domingo, 22 de marzo de 2009

Cielo de ñanduties

Sin quererlo uno se deja transportar a su infancia... sera que la nueva imagen del blog lo induce? sera este inicio del otoño? el sol filtrandose por la ventana?
Hay que tener algunos años, como para haber visto el comercial que utilizaba esta guarania como cortina... no lo encontre en youtube... va este en su lugar.


1 comentario:

Inside Spike ?? dijo...

Ando olvidadizo...

Las ganas de volver a las raíces guaraníes

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=321709

Necesitado de volver a sus raíces, Oscar Cardozo Ocampo había terminado un disco de piano dedicado a la música paraguaya. Su padre, de Ybicui, una localidad del Paraguay, era el autor de la célebre "Galopera". Esa herencia había marcado desde siempre su búsqueda.

El fue un músico bondadoso que puso su piano al servicio de destacados intérpretes. Pero a Cardozo Ocampo también lo marcó el devenir de la historia latinoamericana. El exilio que sufrió su padre durante la dictadura de Stroessner obligó a la familia a trasladarse a Buenos Aires, donde nacieron él y su hermana menor, Amambay, cantora de música regional paraguaya.

Su personalidad inquieta lo animó a compartir diferentes aventuras musicales. La coherencia de su trabajo se refleja en esas colaboraciones directas con el poeta Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa y, más recientemente, en la obra "Diario del regreso", en tributo al Che Guevara, con la voz de Jairo y poemas de Hamlet Lima Quintana, que se estrenó en Santa Clara (Cuba) y no pudo hacerse en la Argentina por problemas de costos, por la cantidad de músicos participantes.

Tenía una enorme capacidad de producción y una afición por acompañar a sus pares en cualquier proyecto ligado a la música argentina. Hoy no debe haber un músico que no se haya sentido contagiado por su profesionalismo, su búsqueda estética o haya compartido una charla, una sala de grabación o un escenario con él.

Eso tiene correlato con la copiosa producción, no sólo en el folklore, sino también como compositor de bandas de sonido. Antes del trágico accidente su mujer estaba por estrenar "Paraguay de mi querer" en Asunción, con obras compuestas por el pianista y director de orquesta.

Quienes lo conocieron dicen que el "Negro" Cardozo Ocampo era humilde y generoso. Disfrutaba de compartir una buena mesa con amigos en su casa de Belgrano. Era aficionado a todas las artes, tenía una cultura muy vasta y estaba enamorado de su profesión. "Cuando estábamos haciendo el disco sobre el Che, su mujer me comentaba que de golpe se levantaba a la mitad de la noche para escribir una idea, para no olvidarse y volverse a acostar tranquilo. La música era su vida", recuerda el poeta Hamlet Lima Quintana, que también era amigo de su padre.

Esa pasión lo había llevado en el ultimo tiempo a viajar varias veces en auto para actuar en Paraguay, lugar donde le profesaban la misma admiración y cariño que a su padre, Mauricio Cardozo, autor de obras inolvidables de ese país.

Oscar Cardozo Ocampo se sentía orgulloso de tener sangre guaraní. Y estaba entusiasmado con volver a esos orígenes musicales. Cerca de su paraíso, perdió la vida.

Gabriel Plaza