lunes, 4 de agosto de 2008

Batman

A la noche me encontre con El Caballero... pura ficcion, pero volvio a tocar algunas cosas que estaban dando vueltas desde la mañana... una nota de un matutino (lamento Sandra, pero no era la tuya), que transcribo mas abajo.
El articulo dejo una pregunta en el aire, que no tiene aun respuesta: Puede un solo acto redimir tus pecados de una vida?
Me gustaria preguntarselo al comisario...

El comisario que "cantó" el lugar del Archivo del Terror - Brigitte Colmán

Hace 16 años, las pruebas de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la policía stronista se hicieron públicas. El comisario Ismael Aguilera informó del lugar donde estaban los documentos.

El comisario principal retirado Ismael Aguilera (70) escuchó un día en la televisión que alguien mencionó la existencia del archivo de la policía de Stroessner. En ese momento comenzó a escribirse esta historia.
El 22 de diciembre de 1992, dos jueces allanaron el Departamento de Producciones de la Policía, en Lambaré.
Los documentos ahí encontrados están hoy depositados en el edificio del Poder Judicial y conforman lo que se conoce como el Archivo del Terror.
El hallazgo de los archivos de la policía stronista significó un gran aporte de pruebas a los procesos iniciados contra los personajes comprometidos con la violación de los derechos humanos.

INFORMACIÓN.
El hilo que conduce a este archivo involucra a numerosas personas. A quienes escribían los informes, a quienes recopilaban la información e incluso a quienes en algún momento -por suerte- obviaron su destrucción.

Una de las figuras importantes para llegar hasta el Archivo del Terror es la persona que dio aviso de su existencia. Se trata de Ismael Aguilera.
El ahora comisario retirado dice que él se negó a torturar, pero asume que fue encubridor hasta 1992.
"Yo hacía guardia en la entrada de Investigaciones, yo sabía todo el procedimiento, porque yo le recibía a los presos, hay presos que se anotan en el libro y otros presos que no se anotan, ese es el problema, que a mí me conmovían porque ya tenían otro destino...", relata.
Ismael afirma que se "imaginaba de lo que podía contener el archivo, porque conocía el procedimiento".
El "procedimiento" es un eufemismo.
"Las torturas yo siempre presenciaba de lejos, porque yo hacía de oficial de guardia y escuchaba las torturas, pero yo no les conocía a quienes estaban torturando ni quiénes estaban torturando. Eso pesó en mi conciencia durante muchos años, porque yo no era autor, guardaba eso como encubridor", apunta.
Recientemente, el Tribunal Ético contra la Impunidad le otorgó un reconocimiento, y él dice sentirse feliz. "Me siento muy feliz y creo que honro a mi institución con eso y a mi familia".
Ahora cuenta la historia con menos temor, porque según dice, "los que ordenaron las calamidades están afuera, los pichirulos que cumplieron órdenes nomás están en el calabozo. Ese es el problema ¿quién me da seguridad?"

LA HISTORIA.
Siendo ya comisario principal fue nombrado como subdirector en Producciones. "Estábamos a cargo del general Sánchez, nosotros éramos su personal negro, que teníamos que rendir a él, a sus familiares, sus amistades, y no solo en una parte sino también para su estancia, para su hija y para su yerno.

En ese ínterin llegó el archivo del terror y sumé todo eso".
Como le asignaron actividades en el interior, volvió el 21 de diciembre porque era su cumpleaños y quería pasar con su familia. Cuando llegó a la Dirección de Producciones se encontró con que los archivos de los que había escuchado, estaban en su dependencia.
Ahí decidió llamar a Francisco Pancho de Vargas que integraba la Bicameral de Derechos Humanos del Parlamento y, al día siguiente, con la presencia de dos jueces, aparecieron a la luz los archivos.
Estaban en una gran habitación y los miles de documentos alcanzaban al techo.

PARA INVESTIGAR

El 26 de marzo de 1993 la Corte Suprema de Justicia creó el Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos, para la preservación de los documentos hallados en el Departamento de Producciones de la Policía en 1992.
El Centro es sin embargo más conocido como el Archivo del Terror.
Se encuentra abierto para magistrados, profesionales, periodistas, estudiantes y la ciudadanía en general para realizar tareas de investigación y consulta.
Entre los documentos que se encuentran en el archivo figuran fichas de detenidos, informes confidenciales, pedidos de búsqueda, declaraciones indagatorias e informativas.
Así también, controles a partidos políticos de oposición, controles a grupos estudiantiles, sindicatos y controles de entrada y salida del País. Otros documentos son controles telefónicos, vigilancia domiciliaria y otros.

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